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Summit Agro – Argentina

¿Por qué seguimos hablando de Rama negra?

Hace ya más de 10 años que Rama negra es una de las malezas presente en prácticamente todos los lotes agrícolas, por lo que volver a presentarla parecería redundante. No obstante, características de su morfología, biología y ecología hacen que no podamos descuidarnos ni una sola campaña, porque veremos resentidos los rendimientos de los cultivos. Repasemos entonces las características que hacen de Conyza una maleza tan competitiva para nuestro sistema productivo.

Largo período de emergencia
Como sabemos, Rama negra es una maleza otoño-invernal, por lo que en el otoño ocurre la mayor parte de sus nacimientos. Pero el periodo puede extenderse desde principios del otoño hasta entrada la primavera, dependiendo de la zona, las condiciones climáticas del año, el cultivo presente, etc. Este comportamiento obliga a realizar repetidas aplicaciones o, lo que es recomendable, utilizar herbicidas residuales en los barbechos que puedan controlar sucesivas camadas.

 

Camadas de emergencia de Rama negra para diferentes años y localidades

REM, Aapresid

Elevada producción de semillas y forma de dispersión

Las plantas que completen su ciclo con suficientes recursos pueden producir hasta 200.000 semillas, es decir que si dejamos semillar a esta maleza tenemos el banco asegurado con creces para el próximo año. Pero lo que agrega dificultad es su mecanismo de dispersión, preferentemente anemófilo (por el viento). Esto hace imposible “aislarse” de lo que suceda en lotes vecinos, incluso de varios kilómetros, por lo que Rama negra siempre está. Este movimiento de semillas a distancia cobra especial relevancia para los biotipos resistentes, que pueden diseminarse entre zonas alejadas en pocas campañas.

Banco superficial y sensibilidad al sombreo

Rama negra posee un banco de semillas muy superficial y su germinación resulta fuertemente inhibida si se la ubica en profundidad, por lo que la siembra directa ofrece el ambiente ideal para esta especie de semilla muy pequeña.

La cobertura deprime marcadamente la cantidad de nacimientos. Esta cobertura puede ser muerta, es decir rastrojo de cultivos anteriores, o viva de un cultivo en pie sea de renta o de cobertura. Las peores situaciones se dan entonces en barbechos de lotes en siembra directa con escasa cobertura o “pelados”, al poseer un importante banco de semillas y ninguna barrera que inhiba su emergencia.

Plántula y semillas en superficie

Fuente: Ing. Agr. Martín Marzetti.

Desarrollo de resistencia a herbicidas
En el año 2012 se confirmó científicamente la existencia de biotipos resistentes a glifosato, presentes en Entre Ríos en un comienzo. En el año 2019 nuevos estudios determinaron la presencia de un biotipo resistente a Inhibidores de ALS, postemergentes en un principio y luego también preemergentes. La zona núcleo de esta problemática es el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires, pero como se explicó anteriormente, los límites son muy permeables para Conyza. Para completar el status nacional de resistencia, actualmente se encuentra en alerta amarilla un biotipo del noreste de Buenos Aires posiblemente resistente a glifosato, a inhibidores de ALS, al inhibidor de PPO saflufenacil y a los hormonales 2,4D y dicamba. Esto implica que se han detectado fallas a campo y se están haciendo los estudios pertinentes para confirmar o desestimar la sospecha.

A causa de esto, la recomendación es mezclar y rotar los herbicidas inhibidores de ALS (metsulfuron, clorimuron, clorsulfuron, diclosulam, etc.) con activos de otros sitios de acción y hacer un monitoreo exhaustivo de los lotes, ya que estrategias que funcionaban muy bien en campañas anteriores pueden comenzar a fallar.

Pérdida de sensibilidad a mayor tamaño de la maleza
Si bien es una característica común de las malezas, en Conyza es muy evidente como su sensibilidad a los herbicidas disminuye marcadamente al comenzar a elongarse. El paso de roseta a elongación suele darse con el aumento de las temperaturas de fines de agosto o principios de septiembre. Aquellas plantas que germinan en esta época elongan rápidamente sin pasar por la etapa de roseta. Este comportamiento tiene implicancias para el manejo: las plantas nacidas en el otoño pasan el invierno como roseta y al comenzar a elongarse suelen tener muchas hojas y una considerable raíz, lo que requiere ser tenido en cuenta al definir los herbicidas y las dosis necesarias. Las malezas nacidas directamente en primavera no cuentan con estas estructuras, pero crecen rápidamente en altura, por lo que, con pocos días de demora puede perderse eficacia de control si no se ajusta la estrategia.

Diferencias entre planta de Rama negra emergida en otoño (izquierda) y en primavera (derecha)

Fuente: Ing. Agr. Martín Marzetti

Rustificación por sequía
En inviernos secos o en aquellas zonas de escasas precipitaciones invernales, la maleza sufre un proceso de rustificación. Esto suele estar acompañado de acumulación de tierra que se adhiere a la abundante pilosidad de sus hojas. Ante estas situaciones, y más aún si no se ha restablecido el régimen hídrico, se dificultan marcadamente los controles primaverales debido a la falta de sistemia de los herbicidas, incrementándose así la probabilidad de rebrotes. Por esto, es deseable llegar a la primavera solo con plantas chicas recientemente nacidas por haber realizado controles oportunos en otoño, acompañados de herbicidas con residualidad.

Autor: Ing. Agr. Martín Marzetti, asesor privado.